La mosca soldado adulta se asemeja a una avispa de color negro, pero este insecto es una mosca y no una avispa, es decir, no es peligrosa. La hembra de mosca soldado, deposita los unos huevos parecido a granos de arroz muy pequeñitos bajo la tapa del compostador. Estos huevos van madurando y se tornan de un color marrón y caen dentro del compostador.
Allà emergen las larvas y se alimentan de la fruta y verdura medio descompuesta, en las primeras capas superiores de la mezcla. La larva, que al principio es de color blanco, se vuelve marrón y cuando ha comido lo suficiente se entierra en las capas más profundas del compostador o busca un lugar más seco fuera del compostador.

Asà pasa un año entero en fase de pupa hasta que emerge ya como adulto y empieza a buscar otor compostador para poner sus huevos y cerrar el ciclo. Hay que decir, que el adulto de la mosca soldado no se alimenta, ya que tiene la boca amorfa y no funcional, esto hace que viva unos pocos dÃas, los justos para encontrar pareja y reproducirse.
Aunque el compostador debe ser aireado activamente mÃnimo una vez a la semana, existe también una aireación pasiva que no requiere esfuerzo por parte del usuari@. La mezcla interna, al generar calor, calienta el aire interno y este aire caliente tiende a subir, dejando espacio para que el aire de alrededor entre en la mezcla interna, creando una mini corriente de aireación constante.

Esto no quiere decir que la aireación pasiva sustituya a la activa. Si queremos que nuestro compostador funcione correctamente y no haya problemas de olores, debemos airearlo activamente con nuestro aireador.
Trozos pequeños. Todo resto orgánico que aportemos debe estar muy troceado, para que su descomposición sea lo más rápida posible, no ocupe sitio en el compostador y evite problemas derivados.
Material estructurante. Todo resto orgánico de nuestra cocina tiene mucha agua y suele ser un resto muy húmedo. Por eso, para equilibrar esta humedad y evitar que los restos orgánicos se depositen debajo del compostador creando una masa húmeda, hay que tener siempre a mano material estructurante: viruta, poda triturada del Gabrigune, hojas, serrÃnâ¦

Aireación. Es necesaria una aireación semanal para evitar malos olores. Para ello, la Mancomunidad de Tolosaldea, cede junto con el compostador, un aireador muy cómodo para ayudar en esta labor.
Si toda esta materia orgánica la gestionamos mediante el compostaje, nos ahorramos los costes que suponen su transporte y gestión, reduciendo hasta la mitad nuestra basura y consiguiendo un abono de gran calidad llamado compost.
Por eso, si vives en Tolosaldea y tienes un jardÃn o huerto, apuesta por el compostaje. Te regalaremos un compostador, te lo montaremos en tu casa y te enseñamos como utilizarlo. Y si no tienes huerto o jardÃn, participa o pide cursos de compostaje comunitario en tu barrio.

Y recuerda que un simple compostador, puede generar cambios muy complejos, ¡Composta!
Siempre que haya un aporte regular al compostador, se recomienda un mantenimiento regular. Si durante las vacaciones no estamos en casa, no habrá ningún aporte y el compostador no requerirá ningún mantenimiento.

Aun asÃ, puede ser que un dÃa antes de partir hagamos algún aporte al compostador, esta materia orgánica se compostará sin ningún mantenimiento y puede que en ausencia de aireación, empiece a oler. Pero según se vaya compostando y al no haber aportes nuevos, dejará de oler. Cuando volvamos a casa, una buena aireación y algo de material estructurante ayudarán a recuperar la textura adecuada, y cuando volvamos a aportar regularmente, el compostador volverá a activarse.
Al principio llegan las exploradoras, en grupos pequeños. Una vez localizado y valorado nuestro compostador, empiezan a colonizarlo creando una colonia. En la colonia la reina empieza a poner huevos y la población empieza a aumentar, en este momento es muy fácil notar su presencia.

Prefieren los compostadores secos y poco aireados, ya que el aireador destruye sus galerÃas. Además, al ser muy territoriales, invaden hábitats de otros invertebrados, bajando la biodiversidad de nuestro compostador. Si se aprecia la presencia de hormigas en el compostador, se recomienda airearlo y observar. Si tras la aireación aparecen más hormigas y entre ellas huevos con forma de arroz blanco, es que se ha establecido una colonia en nuestro compostador.
Para eliminarlos no hay nada mejor que una aireación diaria durante una semana y enseguida abandonarán el compostador.
Si la humedad es demasiado alta, los poros de la mezcla interna se llenan de agua y desaparecen los poros de aire, dejando la mezcla sin oxÃgeno. Esto hace que se generen compuestos quÃmicos que exudan malos olores. Por otro lado, una humedad demasiado baja no crea el medio para mantener la vida microbiana y el proceso se para, haciendo que la mezcla interna se enfrÃe.

La humedad puede ser controlada manteniendo un equilibrio entre biorresiduos húmedos (fruta, verdura, carne-pescadoâ¦) y biorresiduos secos (hierba, hojasâ¦), agregando más o menos de cada tipo de residuos según las necesidades. Aireando también se logra equilibrar la humedad, ya que el agua, en forma de vapor, es emitido a la atmósfera.
La temperatura del compostador calienta el aire interno, haciendo que se desplace hacia arriba, mientras, que el aire del exterior, entra por los agujeros laterales ocupando el espacio dejado por el aire caliente. Este pequeño flujo de aire crea una corriente interna que mueve el aire acumulado en la mezcla, favoreciendo la aireación y distribuyendo el oxÃgeno. Ha este tipo de aireación se le denomina aireación pasiva, en cambio a la aireación que le hacemos con nuestro aireador, se le llama aireación activa.

Aunque la aireación pasiva tiene su importancia, nunca debe de sustituir a la aireación activa, ya que no es tan intensa como la activa. Para prevenir los malos olores y exceso de humedades, no hay nada mejor que una aireación activa como mÃnimo una vez a la semana.